El cambio climático es la causa más probable de que el krill antártico (Euphausia superba) haya decrecido en un 80% desde los años setenta. Un estudio publicado recientemente en Nature por British Antarctic Survey (BAS), el organismo del Reino Unido que investiga en la Antártida, cuantifica este declive y lo relaciona con una reducción del hielo invernal en las aguas que rodean al continente blanco.
Los bancos de diminutos crustáceos planctónicos que se conocen como krill están en la base de la cadena trófica del océano Antártico. Son un alimento vital para ballenas, focas, pingüinos y peces. El krill se nutre de algas que viven bajo el hielo marino, cuya paulatina desaparición ha podido ser documentada por BAS gracias a los datos aportados por nueve países con programas de investigación antárticos. Esta información cubre una serie temporal de cuarenta años, distribuida discontinuamente entre 1926 y 2003.
“No entendemos del todo como la pérdida de hielo marino se relaciona con el calentamiento global, pero creemos que está detrás del declive del krill”, explica Angus Atkinson, director del estudio. La temperatura de la Antártida ha aumentado 2’5 grados en los últimos cincuenta años, cinco veces más que en el resto del planeta. Más información, en
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