EL VENENO PARA ACABAR CON LOS TOPILLOS PUDO CONTRIBUIR A PROPAGAR
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
El uso masivo de venenos para controlar la plaga de topillos de 2007 en Castilla y León pudo propagar la turalemia. Así se da a conocer en un trabajo publicado el pasado 20 de diciembre por investigadores del CSIC en la revista Science of the Total Environment (vol. 408, nº 2).
La turalemia es una enfermedad infecciosa que afecta en especial a roedores, liebres y conejos, pero también a humanos. Las conclusiones del citado estudio indican que la proporción de topillos infectados fue “particularmente alta y significativamente mayor” entre animales encontrados muertos en zonas tratadas con rodenticidas: casi un 70%.
“Es posible que el tratamiento con rodenticidas en superficie haya favorecido la diseminación de la enfermedad, por canibalismo o inhalación, al promover la presencia de una gran cantidad de cadáveres en el campo”, explica uno de los autores, Juan José Luque, profesor de la Universidad de Valladolid y miembro de la Comisión de Plagas de Roedores de Castilla y León.
En 2007 comenzó una epidemia de tularemia en humanos cuyo foco inicial coincide con el área de la provincia de Palencia donde se inició la plaga de topillos. Predominaron los casos de infección por vía inhalatoria, a diferencia del brote de 1997, que fue asociado a la manipulación de liebres, es decir, a un contagio por contacto.