Todo apunta a una regresión de sus poblaciones
Distribución y conservación de la rata agua en España
Por Alejandro Centeno-Cuadros y Jacinto Román
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
A pesar de ser uno de los roedores más populares de nuestra fauna, aún no disponemos de información suficiente sobre la rata de agua para diseñar unas medidas de conservación adecuadas. Por esta razón, la Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Mamíferos va a poner en marcha un sondeo que ayude a evaluar con mayor precisión cuál es su estado actual. En este artículo queremos dar a conocer a los lectores algo más sobre el origen evolutivo de la especie, con datos sobre su biología, distribución y factores de riesgo.
Estamos en verano, son los años sesenta y el calor ha sido insoportable en la meseta castellana a lo largo del día. A pesar de ello, todo el mundo se ha afanado en la cosecha: segando, acarreando, trillando, beldando… El cereal está en su momento y no puede haber retrasos, pues una impredecible tormenta estival podría echar a perder gran parte del grano. Las pajas molidas de la cebada pican por todo el cuerpo y la única forma de evitarlo es darse un buen baño en el piélago del pueblo. Esta balsa de aguas limpias, formada por el azud de un molino, está orlada de una ribera de alisos, chopos, zarzas y, en las orillas menos profundas, eneas. De repente, entre el grupo de gente que disfruta del baño a últimas horas de la tarde asoma la cabeza de un roedor que rápidamente se zambulle de nuevo en el agua. Pese a lo fugaz de la observación, todo el mundo lo reconoce: “¡Una rata de agua!”, un roedor claramente identificado y definido por la cultura popular, y quizá el único dotado de un nombre común a lo largo y ancho de España. Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de una rata de agua?
Taxonomía de la especie
La rata de agua (Arvicola sapidus) es un roedor de la subfamilia Arvicolinae, por lo que realmente se trata de un topillo y no de una rata. Los verdaderos ratones y ratas –géneros Mus, Apodemus, Micromys y Rattus en nuestras latitudes– se agrupan en la subfamilia Murinae.
Todas las especies de arvicolinos viven en el Hemisferio Norte. Sobresalen por su capacidad de procesar la hierba con mayor eficiencia que otros roedores, para lo que han desarrollado un sistema digestivo particular, que incluye un crecimiento continuo de los incisivos que compensa el desgaste al que son sometidos. Esta eficiencia resulta trascendente y su éxito evolutivo se ha reflejado en la gran radiación que han tenido en los últimos millones de años. Tal radiación, sin embargo, ha quedado pobremente reflejada en la morfología externa de los animales, pues todos mantienen un patrón común (color pardo, cuerpo rechoncho, extremidades cortas, cola y orejas pequeñas), de manera que en muchas ocasiones es preciso recurrir a sutiles variaciones en la estructura de la dentición para poder determinarlos correctamente. Existen incluso especies morfológicamente idénticas, que, sin embargo, están bien diferenciadas genéticamente.
Sólo se reconocen dos especies del género Arvicola en todo el mundo.