Cuatro osos polares ahogados en el Ártico, víctimas del impacto del cambio climático
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Un informe del Minerals Management Service (MMS) de Estados Unidos, difundido por The Wall Street Journal el pasado 14 de diciembre, ha documentado por primera vez la muerte de osos polares (Ursus maritimus) –en concreto cuatro ejemplares– al ahogarse mientras nadaban en aguas árticas. El incidente ocurrió en septiembre de 2004, cuando el cascote polar, debido a un nivel de deshielo sin precedentes, se retiró a la distancia récord de 260 kilómetros al norte de la costa septentrional de Alaska.
Otros muchos osos polares fueron localizados por esas fechas nadando en el mar lejos de la banquisa ártica. En veinticinco años de reconocimientos aéreos anuales del MMS, la media de avistamientos de estos animales había sido de uno cada dos años.
La dependencia que tiene el oso polar de los hielos perpetuos convierte en una amenaza de primer orden para la especie el mayor deshielo de la banquisa producido por el cambio climático (ver Quercus 222, págs. 54 a 58).
En la subpoblación osera del oeste de la bahía de Hudson (Canadá), la más vulnerable al calentamiento global por estar en el límite sur de distribución del mamífero, la rotura del hielo se produce tres semanas antes que hace treinta años. Este adelanto de fechas se ha traducido en una preocupante reducción de la tasa de supervivencia juvenil, según el Grupo de Especialistas en Osos de la UICN.