Un país repartido entre el Sáhara, el Sahel y la costa del Atlántico
Anfibios
y
reptiles de Mauritania
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Las once especies de anfibios
que se han citado hasta la fecha en Mauritania son un buen indicio de las difíciles condiciones que impone
un país mayoritariamente desértico a unos animales tan dependientes
del agua. Por el contrario, alberga 88 especies de reptiles y es muy probable que en los años venideros la lista aumente con nuevas incorporaciones.
Explorar la fauna de un país poco conocido quizá sea una de las actividades más atractivas para cualquier naturalista. Recorrer lugares aún no visitados por los biólogos, o por ninguna otra persona, y de los que se carece de cualquier información sobre las especies allí presentes, despierta anhelos indescriptibles de descubrimiento, similares a los que sintieron Humboldt, Darwin, Wallace, Azara o Jiménez de la Espada muchos años atrás. Por suerte, y para sorpresa del profano, aún quedan en este pequeño planeta saturado de humanos numerosos lugares que requieren –y casi reclaman– la visita de naturalistas. La urgencia cotidiana y la competencia por los recursos pecuniarios, tan limitados en la ciencia, nos obligan a desplazar nuestra actividad investigadora a temas de mayor contenido intelectual y elaborada metodología, ya sea para realizar modestos descubrimientos, para contribuir o replicar a una “temática de pasarela”, o bien, en el mejor de los casos, para conseguir un relevante descubrimiento científico. Sin embargo, la faunística, es decir, la descripción básica de la distribución de las especies en una región determinada, continúa siendo un tema apasionante e imprescindible.
Como todo naturalista sabe, las listas nacionales de especies son un instrumento primordial tanto para actualizar el conocimiento sobre la fauna como para definir las estrategias de conservación. Dado que la biodiversidad se maneja en un ambiente político, las fronteras administrativas suelen definir el alcance de las medidas de conservación. Ante estos hechos, los países que carecen de listas de especies, o no las tienen actualizadas, pueden quedarse fuera de las principales estrategias de conservación internacionales (1). Así pues, ante la crisis de la biodiversidad y el pragmatismo económico de las tendencias conservacionistas, algunos estados compiten por los escasos fondos internacionales e intentan llamar la atención con sus crecientes listas de especies. Pero otros se quedan al margen por carecer de la información más básica sobre su diversidad biológica, medios adecuados e incluso interés para promover inventarios. No obstante, para conservar hay que conocer lo que hay o al menos saber si queda algo por proteger. En este sentido, Mauritania es un país casi desconocido y carece de listas faunísticas sobre la mayoría de los grupos animales.