Reintroducción de especies: rigor y flexibilidad

Agradecemos estos comentarios, ya que contribuyen a la información y opinión del lector sobre un tema controvertido, objeto de un vivo debate en la actualidad, como es el de las reintroducciones de especies. Pero no deben eclipsar el mensaje fundamental de nuestro artículo, con el que se puede estar más o menos de acuerdo, que se refiere a la flexibilidad con que las reintroducciones deben ser consideradas, con el fin de renaturalizar territorios donde los humanos han disminuido la biodiversidad desde hace milenios.

Se da la circunstancia de que la UICN publicó a finales del año pasado una actualización de sus criterios que “da más cancha a las reintroducciones”, tal y como nos recordaba Joan Mayol en su oportuna entrega de la sección “Conservando que es gerundio”, publicada en Quercus 325 (págs. 10 y 11). El nuevo documento de la UICN, mucho más flexible y permisivo que el aprobado en 1998, incorpora a los diferentes grupos de interés afectados y distingue traslocaciones con fines de conservación de las que tienen otros objetivos, sin descalificar estas últimas. Este documento apoya, con matices, la línea de pensamiento de nuestro artículo.