El sensual ombligo de Venus
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Las peculiares adaptaciones del ombligo de Venus (Umbilicus rupestris) a la escasez de agua le permiten crecen entre las grietas de muros, tejados y demás construcciones. |
Por J. Ramón Gómez
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Es fácil encontrar ombligos de Venus en los muros y tejados de cualquier caserío, pueblo o ciudad, tenazmente enraizados entre las fisuras. Además de abundante, es una planta muy bien preparada para soportar la escasez de agua en esos medios tan inhóspitos. A cambio, puede crecer prácticamente sin competidores.
En entornos urbanos es frecuente que nuestras amigas las hierbas busquen descampados, parques y retazos de suelo libres de asfalto. Pero ciertas plantas son capaces de establecerse en lugares aún más peculiares. En esa búsqueda de espacios disponibles, algunas especies de origen rupícola han sabido cambiar sus ambientes rocosos naturales por las paredes y cubiertas de nuestros edificios. Son sustratos difíciles para la supervivencia vegetal y sólo aquellas que hayan desarrollado ciertas adaptaciones, sobre todo para soportar la escasez de agua, pueden hacer frente a tan duras condiciones. Pero ¿a qué tanto esfuerzo? La respuesta es clara: son lugares de difícil acceso para los herbívoros y, además, allí se reduce la competencia con otras plantas. Esa es precisamente la estrategia que sigue el ombligo de Venus (Umbilicus rupestris), que no sólo acumula agua en sus tejidos carnosos, sino que ha modificado su metabolismo para evitar la deshidratación.