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El divino cardo mariano

Las grandes inflorescencias del cardo mariano (Silybum marianum) son un excelente reclamo para los abundantes insectos que participan en su polinización.
Las grandes inflorescencias del cardo mariano (Silybum marianum) son un excelente reclamo para los abundantes insectos que participan en su polinización.
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Varias leyendas medievales se inspiran en las propiedades medicinales del cardo mariano. Que tiene, en efecto, no pocas aplicaciones en farmacología popular. Por no hablar de su importante papel como fuente de alimento.

Por J. Ramón Gómez
Muchas de las hierbas que surgen de forma espontánea en nuestros parques y jardines tienen un enorme atractivo. Tanto es así, que hemos propuesto en otras ocasiones desde esta misma sección que se respeten durante su corto ciclo vital, para sorpresa de propios y extraños. Una idea que no siempre ha sido bien comprendida, pues el simple hecho de ser espontánea parece restarle valor a tan peculiar flora. Sin embargo, es precisamente esa belleza y su inesperada aparición lo que se echa en falta en algunas plantaciones demasiado rígidas y previsibles.

También nos resulta sorprendente que en algunos países vecinos se utilicen estas mismas plantas como elemento de ornato desde hace algún tiempo, mientras que nosotros, en el mejor de los casos, las ignoramos. Eso es precisamente lo que ocurre con la planta protagonista del mes de junio: el cardo mariano (Silybum marianum). Un soberano cardo que, tanto por sus llamativas y curiosas hojas, como por las hermosas flores que emite, bien merecería embellecer las zonas verdes urbanas. Pero está claro que todavía nos queda mucho que aprender.
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