UNA VISITA AL CORREDOR MIGRATORIO PLAYA DE LA BARROSA-CABO ROCHE
Marcaje de pollos de espátula en la bahía de Cádiz
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Pollos de espátula recién marcados en la bahía de Cádiz (foto: Rafael Serra). |
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
El pasado mes de junio, casi terminada ya la temporada de cría, un grupo de periodistas ambientales tuvo la oportunidad de presenciar el marcaje de una pequeña colonia de espátulas en la isla del Vicario, en plena bahía de Cádiz. Una actividad más dentro de los proyectos Limes-Platalea y Transhabitat, que siguen los movimientos migratorios de esta especie entre Europa y África.
Por Rafael Serra
Aunque el objetivo era marcar los pollos de una pequeña colonia de espátulas, nadie estaba seguro de que a esas alturas del año, el 20 de junio, no hubieran volado ya todos. La fecha era algo tardía, pero las espátulas son muy poco sincrónicas cuando crían. En la bahía de Cádiz, el seguimiento de las colonias se prolonga desde finales de marzo hasta bien entrado el mes de junio, así que no había tiempo que perder.
La cita fue en la isla del Vicario, entre las poblaciones de Chiclana y San Fernando, aledaña al caño de Sancti-Petri. Y además a una hora temprana, para que la marea alta hiciera navegable la marisma, un auténtico lodazal durante la bajamar. Allí nos congregamos un grupo variopinto de personas: miembros de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), los dos coordinadores del proyecto Limes-Platalea y técnicos de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Entre todos montamos una maniobra envolvente para cercar la colonia de espátulas. Por supuesto, los adultos y los jóvenes volantones se habían largado en cuanto pusimos pie en la isla. Pero los pollos más pequeños no tenían otra salida que escabullirse entre la vegetación marismeña y allí estábamos nosotros para impedirlo. Cuando llegamos a la colonia había seis pollos, uno de ellos muy desnutrido, y dos huevos aún sin eclosionar. Parece que las espátulas sólo hacen segundas puestas si pierden muy pronto la primera, así que los progenitores de aquellos pollos y huevos debían ser simplemente un poco tardones.