La insolente hierba de Santiago
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Las flores de la hierba de Santiago (Senecio jacobaea) son tan productivas que una sola planta es capaz de generar más de 10.000 semillas. |
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Toda una batería de estrategias permite a la hierba de Santiago sobrevivir en muchos ambientes donde otras plantas no lo consiguen. Además, su éxito reproductivo y la inmunidad que le ofrecen sus toxinas, le han permitido expandirse por toda Europa, salvo en las regiones más secas.
Por J. Ramón Gómez
No por casualidad, volvemos a referirnos a un miembro de la familia de las Compuestas, pariente de las margaritas. Como veremos más adelante, estas plantas reúnen una serie de ventajas que les permiten enfrentarse sin dificultad a ambientes degradados y hostiles. Tienen, por lo general, una gran capacidad de adaptación y unas elaboradas estrategias reproductivas. Donde otras hierbas tropiezan con dificultades, cardos y margaritas encuentran ocasiones propicias para instalar sus poblaciones.
Sin embargo, es curioso que, al igual que aquellos héroes de película que tras restablecer la ley y el orden deben partir en busca de nuevos retos, una vez que estas plantas consolidan el terreno dejan paso a otras especies más exigentes, retirándose en busca de nuevas oportunidades y suelos por conquistar. El hecho de que las Compuestas se encuentren entre las familias vegetales más modernas seguramente ha permitido a sus integrantes desarrollar ciertas ventajas adaptativas, de ahí que conformen uno de los grupos más extensos entre las angiospermas o plantas con flores. Tal es el caso de nuestra protagonista de este mes, la hierba de Santiago (Senecio jacobaea).