¿De dónde proceden las tortugas marinas que crían en España?
Las tortugas marinas: ¿especies amenazadas o nuevos colonos del Mediterráneo?
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Hembra de tortuga boba poniendo huevos en la playa de San Juan (Alicante) el 30 de junio de 2014 (foto: Carlos Alcázar). |
viernes 27 de febrero de 2015, 16:25h
Los estudios más recientes señalan tres posibles orígenes de las tortugas marinas que recalan en aguas españolas y, en el caso de la tortuga boba, que crían en algunas de nuestras playas: las costas atlánticas de Norteamérica, el archipiélago de Cabo Verde y la cuenca oriental del Mediterráneo. Pero, ¿podrían llegar de alguna otra región?
Por Juan Jiménez y Juan Antonio Gómez
Todo empezó en 2006. El 11 de agosto de aquel año, alguien encontró unos extraños huevos en una playa de Puzol (Valencia). Avisado a través de la red de varamientos, Jesús Tomás, de la Universidad de Valencia, se acercó al sitio y comprobó, para nuestra general sorpresa, que eran huevos de una tortuga marina. Desde la Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana, decidimos trasladarlos a una playa protegida del Parque Natural de l’Albufera, donde se construyó un nido y se montó un dispositivo de vigilancia a la espera de la eclosión.
El consejero de entonces, Esteban González Pons, hoy eurodiputado, al ser informado del hallazgo y el destino de los huevos, nos preguntó si la cosa era tan importante como le decíamos y que cuándo se había producido la última anidación de tortugas marinas en las costas valencianas. Le dijimos que hacía “al menos 200 años”, datación que directamente nos inventamos, quizás por la ausencia de noticias de nidos de tortugas desde el siglo XVIII, época en la que empiezan a publicarse tratados sobre la fauna valenciana. Convencido entonces de lo importante del hallazgo, el consejero pidió estar presente el día en que nacieran las tortugas, acto que presidió el 20 de septiembre, con 28 tortuguitas corriendo hacia el mar, y en el que dijo una frase que nos caló: “mandamos un mensaje hacia el futuro”, ilustrando la posibilidad de que en veinte o treinta años aquellas tortugas, ya adultas, volvieran a las playas valencianas a desovar.