En las distribuciones de los seres vivos frecuentemente hay algunos ejemplares o algunas poblaciones que viven en los márgenes de los dominios que les son propios, al límite de sus requerimientos ecológicos. Son los “raritos de la clase” y precisamente por eso resultan de enorme interés para ecólogos y naturalistas curiosos.
Estas distribuciones, que en la actualidad consideramos marginales, suelen responder a dos explicaciones: bien son restos de una distribución antigua mucho más amplia o bien son lugar de refugio como consecuencia de la presión humana. Así, podemos encontrar jaguares, lobos y osos pardos en desiertos o tigres a 4.000 metros de altura.
Autor: Manuel A. González (manu@masquepajaros.es), doctor en Biología, realizó su tesis doctoral sobre la ecología del urogallo en hábitats mediterráneos, accesible en pdf en http://goo.gl/E4kZQ8