La escalada en roca suele desarrollarse en cortados naturales y su práctica puede incidir de manera negativa en el ciclo vital de algunas especies que viven en dichos ambientes.
Este tipo de interferencias suele tener especial incidencia durante el periodo de cría de aves rupículas, al afectar al proceso de incubación de los huevos y al de alimentación de los pollos, así como a su cuidado parental y su bienestar general. Las consecuencias pueden llegar a ser irreversibles.
Algunas vías de escalada suelen pasar a escasos metros de los nidos. En algunos casos se ha llegado al extremo de equipar vías en la misma vertical, teniendo los escaladores que apoyarse en la estructura del nido para completar el recorrido, como ha ocurrido en un cortado donde nidifica el águila perdicera en el término de Casares (Málaga).
Autores: Jesús Bautista, Jesús Llamas y Elena Bertos son miembros de Wilder South (info@wildersouth.org). Esta asociación, con sede en Loja (Granada), se dedica al estudio y la conservación de la biodiversidad mediterránea, en especial en el ámbito de Andalucía oriental.
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