La Conferencia de las Partes (COP 17) del CITES, el tratado internacional que regula el tráfico de vida silvestre, celebrada en Johannesburgo (Suráfrica) del 24 de septiembre al 5 de octubre pasados, ha dado un paso importante hacia la recuperación del loro gris africano o yaco (Psittacus erithacus).
Se trata de una de las aves más codiciadas por los traficantes de vida silvestre, entre otros motivos por su extraordinaria habilidad para imitar sonidos humanos y su longevidad, lo que le ha conllevado una gran popularidad como mascota.
Tras un intenso debate, los países firmantes del CITES votaron 95 a 35 a favor de incluir el loro gris africano en el Apéndice I del tratado, lo que significa que se prohíbe totalmente el comercio internacional de ejemplares de esta especie extraídos de su medio natural (no así los criados en cautividad).
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