Como sabemos, la presa principal del lince ibérico (Lynx pardinus) es el conejo de monte (Oryctolagus cuniculus). En Sierra Morena oriental los conejos representan más del 90% de la dieta de los linces cuando se reproducen con éxito. Pero esta dependencia no es exclusiva del lince. Hay otras especies de carnívoros mediterráneos, no tan especializados, que también recurren al conejo como fuente de alimento, caso del meloncillo (Herpestes ichneumon). Diversos estudios realizados en el entorno de Doñana desde los años cincuenta sobre competencia entre especies que comparten recursos tróficos con el lince, muestran que en sus territorios escasean los otros carnívoros, y por supuesto, también los meloncillos. Sabemos, pues, que linces y meloncillos compiten por el mismo recurso y que el felino regula las poblaciones del resto de los carnívoros, excluyéndolos o eliminándolos de su territorio. Y lo podemos corroborar.
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