Los zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis) son aves acuáticas migratorias de pequeño-mediano tamaño que se distribuyen por Eurasia, África y Norteamérica. La población mundial se estima en unos 3.900.000-4.200.000 individuos (1). En España son predominantemente sedentarios y pueden observarse a lo largo de todo el año. Su principal zona de cría se sitúa en las marismas del Guadalquivir, prefiriendo cuerpos de agua poco profundos con abundante vegetación. En años favorables pueden contabilizarse varios centenares de parejas.
Son aves completamente adaptadas a la vida acuática y dependientes de los humedales, siendo muy difícil observarlas fuera del agua, donde se desplazan de forma torpe. Por ello son particularmente vulnerables al deterioro de los ecosistemas acuáticos, considerándose indicadores ideales de la salud de esos ambientes. El zampullín cuellinegro fue incluido en el plan de acción internacional para la conservación y el seguimiento de los somormujos y zampullines, en 1997 (2), y actualmente está catalogado a escala europea como “Casi amenazado” en la Lista Roja de la IUCN.
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