Tras numerosas expediciones al Sahara Atlántico llevadas a cabo por nuestra asociación (ver Quercus 348, páginas 26 a 32), quedaba cada vez más patente la precaria situación de los ungulados.
Sólo había que leer a Eugenio Morales Agacino y a José Antonio Valverde para comprobar que hasta seis especies diferentes formaban grandes manadas en el desierto más atlántico: el órix de cuernos de cimitarra (Oryx dammah), el addax (Addax nasomaculatus), el antílope mohor (Nanger dama mhorr), la gacela de Cuvier (Gazella cuvieri), la gacela dorcas (G. dorcas) y el arruí (Ammotragus lervia).
Contrariamente a lo que podríamos pensar, este escenario no es una imagen tan lejana. De hecho algunas de estas especies permanecieron hasta los años setenta del siglo XX. Pero otra vez más, la mano del hombre hizo que el órix, el addax y el antílope mohor hayan pasado a ser vestigios del pasado.
Autor: Harmusch (harmusch.conservacion@gmail.com ), nombre en hasaní de la gacela de Cuvier, nace en 2014. Esta asociación está formada por biólogos y naturalistas con una gran experiencia en proyectos de gestión y conservación de especies amenazadas en todo el mundo.Web: www.harmusch.org
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.