Por Alfonso V. Carrascosa
Lo primero que conviene recordar es que el Museo del Prado se construyó para ser Gabinete de Historia Natural, que es como entonces se llamaba el actual Museo Nacional de Ciencias Naturales. Ya se había inaugurado el Real Jardín Botánico de Madrid cuando en 1784 José Pérez Caballero propuso a Carlos III que se construyera al lado un edificio que albergase un laboratorio químico y un gabinete de historia natural. Floridablanca se lo encargó a Juan de Villanueva, quien ideó una construcción donde estaban previstos además espacios destinados a aulas de enseñanza y una sala de conferencias en la planta baja.
El entonces director del Real Gabinete de Historia Natural, instalado en aquella época en el mismo lugar que la Academia de San Fernando, Pedro Franco Dávila, fue consultado al respecto y el rey ordenó en 1785 el inicio de las obras, usando el dinero de la desamortización de los bienes de los jesuitas, expulsados en 1767.