La pérdida de hábitat, la caza y el tráfico ilegal han puesto en peligro de extinción al oso andino o de anteojos, una especie de mamífero emblemático de Ecuador y de vital importancia para la conservación de la dinámica de los bosques andinos y los páramos por su papel como polinizador, propagador de semillas y modelador de los ecosistemas.
El plan, elaborado con el apoyo del Grupo de Especialistas del Oso Andino del Ecuador, se desarrollará durante los próximos 10 años y permitirá mejorar los mecanismos que actualmente el Gobierno Nacional implementa en el territorio ecuatoriano para mitigar las amenazas sobre esta especie.
El 31% de las áreas protegidas a nivel nacional son parte de la distribución del hábitat natural del. oso andino, cuya presencia es sinónimo de un ecosistema saludable y permite medir el valor de los recursos naturales para el ser humano, pues el páramo es la principal fuente de agua para consumo, indica el Ministerio del Ambiente y Agua de Ecuador en un comunicado.
El Plan de Acción del Oso Andino plantea diferentes estrategias de manejo, a partir de ejes como el diagnóstico y la disponibilidad del hábitat natural, el monitoreo de la especie y los estudios genéticos. También se llevarán a cabos otras acciones como la ejecución de acciones para reducir la deforestación, aumentar las áreas de conservación y los corredores de conectividad, el fortalecimiento de capacidades técnicas y operativas en el manejo territorial, entre otras.