Por Frederic Ferrando
Famosa por el Big Ben y otros edificios icónicos, la ciudad de Londres atrae cada año a miles de turistas. Todos ellos acaban pasando, en algún momento, por Hyde Park.
Una de las fotos más habituales de los visitantes de este gran parque es con una de las muchas ardillas que no temen acercarse para comer cualquier cosa que uno les dé. Pero hay algo anormal en ellas: son grises.
Las ardillas que habitan en Europa son de color marrón rojizo. Las grises son foráneas. La ardilla gris (Sciurus carolinensis) llegó de Estados Unidos a finales del siglo XIX, seguramente en algún barco que venía con carga. Desde entonces se ha adaptado perfectamente hasta convertirse en un problema en Reino Unido.
AUTOR
Frederic Ferrando (fredericferrando@outlook.es) es naturalista y fotógrafo de naturaleza. Ha sido colaborador del Scottish Wildlife Trust y esta pasada primavera ha estado en Escocia conociendo el proyecto en favor de la ardilla roja.
Más información
https://scottishsquirrels.org.uk/