Seis grupos ecologistas del ámbito de la Cordillera Cantábrica rechazan la propuesta de la Junta de Castilla y León de dedicar más de un millón de euros de fondos Next Generation a desbroces de matorral en áreas protegidas de la Montaña Leonesa. ¿Merece la pena destruir estos hábitats naturales a cambio de crear grandes pastizales para el gremio ganadero?
Por varias ONG
A todos nos suenan los 140.000 millones de euros de fondos europeos que va a recibir España –de los cuales 72.000 son a fondo perdido– para ayudar a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia de coronavirus. Son los fondos Next Generation, gracias a los que se pretende desarrollar un plan de recuperación sostenible y resiliente, al tiempo que se promoverían las prioridades ecológicas y digitales de la Unión Europea (UE). Next Generation también aportará fondos adicionales, concretamente 720 millones de euros, a otros programas, como el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader).
Ahora sólo queda que particulares, empresas y administraciones propongan iniciativas que, cumpliendo con los objetivos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, puedan ser financiadas por estos fondos. Y aquí aparece la Junta de Castilla y León con un proyecto: emplear más de un millón de euros de esos fondos en triturar formaciones arbustivas en 18 municipios de la Montaña Leonesa, es decir, prácticamente todo este sector cantábrico a excepción de las comarcas de Ancares, Babia y Luna. El objetivo no es otro que crear pastizales de montaña.
AUTORES:
Las asociaciones firmantes de este artículo son Geotrupes, Grupo para el Estudio y la Defensa de la Montaña Central Leonesa, Luna Verde, Plataforma Filón Verde, URZ y Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica (PDCC).
Contacto:
PDCC
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