Espectacular recuperación de la subespecie sureña, pero la del norte está ya casi extinguida
Rinoceronte blanco: el gigante del pastizal
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Hace un siglo, la subespecie sureña de rinoceronte blanco se daba por extinguida. Hoy, más de diez mil ejemplares pastan libres por pastizales y sabanas, la mayoría en Suráfrica, gracias a uno de los éxitos más abrumadores en la historia de la conservación. En cambio, la subespecie del norte, más abundante en el pasado que
la otra, está a punto de desaparecer de su último reducto, Garamba,
en el antiguo Zaire.
Al igual que hipopótamos y elefantes, los rinocerontes son los últimos representantes de una estrategia vital muy extendida en el pasado de nuestro planeta: la de los herbívoros gigantes. En el Terciario, hace unos cuarenta millones de años, existieron muchos tipos de rinoceróntidos y hace catorce millones de años, durante el Mioceno, las sabanas y praderas de África estaban ocupadas por un antepasado común de los rinocerontes actuales de este continente.
El registro fósil nos cuenta que hace unos cinco millones de años, a principios del Plioceno, poco antes de que apareciesen en escena los primeros Australopithecus (antecesores de nuestro género Homo), este antepasado común divergió en dos formas que a la postre se convertirían en el rinoceronte negro (Diceros bicornis) y el rinoceronte blanco (Ceratotherium simun)