Miércoles 22 de octubre de 2014
El hopo de lobo (Cynomorium coccineum) es una planta que carece de clorofila y no puede, por lo tanto, llevar a cabo la fotosíntesis. Obtiene agua y nutrientes a partir de los tejidos conductores de otras especies vegetales, de manera que se trata de una planta parásita. A tan peculiar estrategia vital se une la llamativa forma fálica de su inflorescencia, rasgo que ha situado al hopo de lobo, también conocido como cipote, entre los integrantes más estrafalarios de la flora ibérica. Como era de esperar, ha suscitado todo tipo de usos y creencias, incluidas algunas fantasías sexuales. Toda esta galería de curiosidades, junto a sus más rigurosos aspectos biológicos y ecológicos, dan cuerpo a un brillante artículo de José Antonio López Sáez, experto en flora parásita y adscrito al Laboratorio de Arqueobotánica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).