Miércoles 22 de octubre de 2014
Que de vez en cuando entren aguas contaminadas en el Parque Nacional de las Tablas de
Daimiel, como ha ocurrido este año, y que no se actúe para evitarlo es un una muestra más
de que a este espacio protegido se le está dejando morir. Muchos piensan que son tantos
sus problemas que no tiene futuro, pero nosotros creemos que un compromiso serio
a favor de conservarlo le haría recuperar su antiguo esplendor.
Leemos que se quiere crear un nuevo Parque Nacional, el de la sierra de Guadarrama. La noticia en principio es buena por lo que representa para la conservación de la naturaleza. Pero nos lleva a preguntar si seremos capaces de gestionarlo adecuadamente, si esta declaración implicará el compromiso formal de conservar los valores naturales que sin duda tiene. Por qué no, dirán los más optimistas. Porque hay al menos un Parque Nacional que se encuentra indefenso y olvidado por todos, el de Las Tablas de Daimiel, dirán los realistas.
Estamos de acuerdo en que hay diferentes tipos de Parques Nacionales y que algunos son más fáciles de gestionar que otros. Los humedales, por el impacto que suponen las actividades humanas sobre las aguas, tanto subterráneas como superficiales, son un ecosistema frágil que necesita medidas especiales.
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