Análisis de contenidos de la revista Quercus

Este mes de diciembre la revista Quercus cumple 23 años y la ocasión parece propicia para hacer balance. Un grupo de estudiantes de Biología, encabezados por su profesor, han analizado con criterios estadísticos los temas abordados por la revista en sus primeros 18 años de existencia, entre 1981 y 1999, convencidos de que la divulgación ambiental es reflejo de las preocupaciones sociales y científicas sobre conservación y conocimiento de la naturaleza. Los resultados permiten obtener una idea de la personalidad de la revista y de las preferencias que parecen mostrar tanto los lectores como los autores.

Blanca Sastre, María Vázquez, David Sánchez, David Tena, Eduardo Úbeda, José Luis
Sánchez y José Manuel de Miguel

Cuando iniciamos este trabajo habían pasado diez años desde la publicación en Quercus del original artículo de Carlos Herrera sobre las portadas de los primeros 35 números de la revista (1). Los protagonistas de esas portadas, en su mayoría vertebrados, eran utilizados por Herrera para poner de manifiesto las preferencias que los naturalistas tienen por determinados grupos de organismos, desproporcionadas respecto a su representación real en la fauna de nuestro país.

Aunque una portada, que debe ser atractiva a primera vista, puede reflejar las preferencias inmediatas del lector medio, su necesaria simplicidad puede limitar la posibilidad de extraer información suficiente sobre la complejidad de contenidos de la revista. La consideración de los temas tratados amplía mucho el abanico y permite incluir en la discusión tanto las inclinaciones de los lectores como las preocupaciones científicas o conservacionistas de los autores de los trabajos publicados. Con este enfoque hemos abordado nuestro estudio, que contempla los contenidos de la revista a través de los temas esbozados en el título de los artículos que aparecieron en los 165 primeros números de Quercus, entre diciembre de 1981 y diciembre de 1999. En ningún caso hemos pretendido hacer un juicio de valor de la revista, sino ofrecer una idea aproximada de su personalidad y de su relación con la percepción que tiene la gente de los hitos y las realidades de la naturaleza.

La idea surge de la convicción de que las revistas divulgativas asumen un importante papel social como vehículos de información científica y como denunciantes de numerosos problemas ambientales. Desde este punto de vista, el estudio de los temas abordados debería ser fiel reflejo de las principales preocupaciones sociales y científicas en cada momento. La elección de temas depende así de un delicado compromiso entre la oferta de artículos y lo que demandan los lectores. De considerar sólo la oferta, los temas elegidos reflejarían las prioridades de los estudiosos de la naturaleza. Mientras que si asumimos sólo la demanda, los resultados reflejarían las preferencias de los lectores. Ambos aspectos, que confluyen de manera compleja en los contenidos de una revista divulgativa, han sido tenidos en cuenta a la hora de interpretar los datos.