Paraíso de invertebrados acuáticos en una cueva de Castellón
Miércoles 22 de octubre de 2014
El ullal de Miravet es una pequeña cueva de la provincia de Castellón. Posee un caudal permanente de agua subterránea que alberga una
comunidad de invertebrados
acuáticos sorprendentemente diversa, de donde deriva su importancia
internacional. Pero la construcción de una carretera entre las localidades de Cabanes y Oropesa del Mar crea una gran incertidumbre sobre
el futuro de este frágil ecosistema.
A unos siete kilómetros de la costa de Castellón, cerca del límite norte del Paraje Natural del Desierto de las Palmas, se sitúa el ullal de Miravet, una pequeña cueva con forma de “t” invertida muy singular entre el más de medio centenar de cavidades descritas dentro de este espacio protegido y su entorno. Forma parte del sistema kárstico asociado al barranco del río Chinchilla y tiene la particularidad de contar en su lecho con un curso de agua permanente, cuyo nivel fluctúa con las lluvias, ya que atraviesa el nivel freático de los acuíferos de la zona.
De hecho, el ullal de Miravet es un punto de surgencia en los momentos de máximas precipitaciones. El nivel del agua sube como en un vaso comunicante por la veintena de metros de la galería vertical de acceso, hasta rebosar en el cauce del Chinchilla de manera explosiva durante las fuertes tormentas y gotas frías, incluso varios días después de que se hayan producido. Esta característica ambiental determina el tipo de fauna cavernícola que habita en este lugar y se suma a las condiciones ecológicas comunes a cualquier cueva, marcadas fundamentalmente por la ausencia de luz.
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