¿Quién se ocupa de las crías?

El cuidado de las crías no siempre recae
sobre el mismo sexo. En los mamíferos,
las hembras actúan como madres
sacrificadas. En otros casos es el
padre el que asume esta responsabilidad,
como ocurre en algunas especies de peces. Entre las aves suele ser una tarea
compartida por machos y hembras.

Puesto que todas las combinaciones
son posibles, cabe preguntarse
¿qué factores determinan que
uno u otro sexo se ocupe
de las crías?

Para responder a esta pregunta es necesario encontrar un modelo en el que unas crías reciban cuidados y otras no, en el que unas veces se ocupen los machos y otras las hembras. Es difícil dar con algo así en el mundo animal, pues la mayoría de las especies se atienen a un patrón fijo, es decir, la tarea es asumida siempre por el mismo sexo y los cuidados son dispensados a todas las crías o a ninguna. Sin embargo, en la región mediterránea habita una especie que nos ha servido para desentrañar algunas preguntas clave sobre la evolución del cuidado parental.

Allí donde haya plantas de nevadilla (Paronychia argentea) podrá encontrarse también una chinche de color pardo, de aproximadamente un centímetro de largo y con el cuerpo cubierto de espinas. Algunos individuos llevan sobre el dorso unos huevecillos que parecen pepitas doradas: se trata de una forma rudimentaria de cuidado parental. Esta chinche, cuyo nombre científico es Phyllomorpha laciniata, es un caso único para investigar los factores que determinan cuál de los dos sexos cuida de las crías. Las hembras de P. laciniata ponen algunos huevos sobre plantas, otros sobre machos y el resto sobre otras hembras. Por lo tanto, una misma especie nos permite comparar todas las opciones. A lo largo de los últimos años nos hemos dedicado a estudiar cuáles son las consecuencias para progenitores y crías de cada una de las tres estrategias posibles. Los resultados obtenidos revelan una compleja trama de conflictos de intereses entre machos y hembras.