Miércoles 22 de octubre de 2014
Ochenta kilómetros esquiables y remontes que podrán desplazar a más de 32.000 esquiadores por hora son las previsiones para la proyectada estación de esquí de San Glorio. Ni la nieve
escasa e irregular en este sector de la montaña cantábrica, comparado por ejemplo con
Alpes o Pirineos, ni la amplitud y gravedad de los impactos ambientales asustan a
los promotores, que se presentan como abanderados de un turismo sostenible.
La futura estación de esquí alpino de San Glorio se sitúa en el triángulo montañoso en el que confluyen las provincias de Cantabria, León y Palencia. Ocupará un sector de la cordillera Cantábrica definido por el conjunto de Tres Provincias-Peña Prieta. Etiquetado como sostenible por sus promotores, este proyecto plantea un desarrollo comarcal de gran alcance y a largo plazo. Pero lo cierto es que, desde el punto de vista económico y ambiental, es claramente insostenible.
La clave para la viabilidad de una estación de esquí es la persistencia de nieve en el suelo durante un período razonable y con espesores de cierta entidad. Es lógico que este tipo de instalaciones se ubique en zonas de alta montaña con abundancia de nieve en las que además existan registros térmicos negativos duraderos, como por ejemplo, los Alpes. Pero estos factores están condicionados por la latitud.
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