¿Se pueden prevenir y mitigar?
Miércoles 22 de octubre de 2014
Recientes estudios emprendidos en la provincia de Soria han permitido detectar los tramos de carretera donde son más frecuentes las colisiones con grandes animales
silvestres y definir los factores que pueden ayudar a prevenir tales accidentes.
Todos los vertebrados se mueven, unos más que otros. Teóricamente, en un paisaje absolutamente homogéneo, los desplazamientos diarios y estacionales tendrían lugar al azar y los individuos vagarían por todo el territorio según un modelo browniano simple, pero impredecible más allá de la probabilidad de encontrarlos en cualquier punto. Sin embargo, sabemos por experiencia que esto no es así: hay zonas de alimentación, barreras topográficas y otros factores que condicionan el movimiento de los vertebrados y explican la existencia de veredas y lugares donde es más probable encontrarlos. Además, estos movimientos dependen de las especies, puesto que tienen diferentes áreas de campeo y ciclos vitales, así como de la edad, el sexo y otras características propias de los individuos. Por poner un ejemplo, las áreas de campeo de un ratón y de un oso varían enormemente entre sí, pero también según la época del año dentro de cada especie e incluso entre individuos. Aceptadas estas evidencias, debemos suponer que ciertos desplazamientos son más probables que otros y, si sabemos qué rige el movimiento de los animales, podremos predecir dónde será más probable encontrarlos.
Si aplicamos estos argumentos a paisajes heterogéneos y fragmentados por vías de comunicación, es posible que los animales las crucen (o intenten cruzarlas) por lugares predecibles. ¿Y qué utilidad tendría? Si el cruce de un vertebrado coincide con un vehículo circulando, puede producirse una colisión. En mamíferos de pequeño y mediano tamaño este lamentable hecho acaba reducido a una mancha en el asfalto, un rastro de sangre y un amasijo de pelos: el antedicho ratón, por poner un ejemplo. Pero los mamíferos más grandes pueden provocar un accidente tanto por la propia colisión como por el intento de evitarla. Ahora podemos entender mejor la utilidad de predecir el lugar y el momento elegido por los animales para cruzar una carretera.
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