¿Son eficaces las señales de peligro?
Miércoles 22 de octubre de 2014
Los conductores prestan poca atención a las señales de peligro, sobre todo cuando indican que algún animal silvestre puede cruzar la carretera. Por otra parte, en los últimos años han aumentado las poblaciones de ciervos, corzos y jabalíes, de manera que no puede extrañar que los accidentes sean cada día más frecuentes. Para intentar prevenirlos, han empezado a probarse otros sistemas de señalización.
La mortalidad por atropello se ha convertido en un grave problema de conservación para la fauna silvestre. Las cifras de animales atropellados alcanzan cotas ciertamente alarmantes en los países que cuentan con una red desarrollada de infraestructuras viarias, como España. De hecho, un estudio reciente estima en 30 millones el número mínimo de vertebrados que perecen atropellados en las carreteras españolas cada año, aunque en el peor de los escenarios posibles esa cifra podría ascender hasta los 64 millones (1).
Aparte de la importancia que tiene dicha mortalidad no natural para las especies implicadas, el atropello de animales repercute directamente en los índices de siniestralidad vial, especialmente cuando se colisiona con ungulados de tamaño considerable. Por ejemplo, las pérdidas económicas anuales ocasionadas por colisiones con cérvidos en Estados Unidos superan ampliamente los 1.000 millones de dólares y eso que sólo se consideran los daños materiales producidos en los vehículos. Más de 200 personas fallecen al año en ese país a consecuencia de tales accidentes y otras 29.000 padecen algún tipo de lesión (2). El número de víctimas y la cuantía de los daños es similar en las carreteras europeas –Rusia al margen–, con unos 300 fallecidos, 30.000 heridos y unas pérdidas económicas que superan los 1.000 millones de dólares (3). Las cifras de ungulados silvestres atropellados no son menos espectaculares y rebasan el medio millón anual tanto en Europa como en Norteamérica (3, 4).