Usos históricos y actuales
Miércoles 22 de octubre de 2014
La parte aérea de los helechos del género Lycopodium se ha utilizado desde antiguo en farmacopea tradicional para combatir catarros y afecciones de las vías urinarias. Pero han sido sobre todo sus
esporas, conocidas como azufre vegetal, las que han tenido múltiples aplicaciones prácticas,
algunas de ellas verdaderamente curiosas.
por Carlos Illana
La única especie de licopodio presente en España es el pie de lobo o azufre vegetal (Lycopodium clavatum), que se distribuye por las montañas del tercio norte peninsular y la sierra de La Estrella (Portugal). También se ha citado una población de Lycopodium annotinum en el principado de Andorra (1), que no ha podido constatarse posteriormente debido a que la zona se vio afectada por las obras de una estación de esquí. Quizá haya alguna población relicta en territorio español, pero probablemente se trata de una especie extinguida (2).
El licopodio era designado en el siglo XVI por los simplicistas como musgo terrestre (Muscus terrestris o Muscus clavatus). En su tratado sobre plantas medicinales, Font-Quer comenta el uso de los tallos y las ramas del licopodio para combatir el catarro y las inflamaciones de las vías urinarias. Añade que las esporas, al no ser higroscópicas y no adherirse a la piel, se emplean para evitar escoceduras y también como detergentes cuando se ha producido excoriación (3). Dichas esporas, que constituyen el azufre vegetal o polvo de licopodio, se han empleado en forma de aspersorios contra excreciones y exudados, así como en la fabricación de grageas (4). El azufre vegetal, que actualmente proviene de plantas silvestres recolectadas en los países de Europa oriental y China, es poco utilizado en España, si bien existen infusiones comerciales de varias plantas que incluyen tallos de licopodios como Herbespiga y Herbonato.
Hay que tener en cuenta que las partes aéreas de la planta contienen ciertos alcaloides, como licopodina y dihidrolicopodina, así como pequeñas cantidades de ácido cafeico y triterpenos (4).