Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
La Audiencia Provincial de Palencia dictó recientemente un auto por el que insta a seguir adelante con la investigación judicial de un caso de venenos que tuvo como víctima a un oso pardo (Ursus arctos) de la montaña palentina. Se trata de uno de los seis ejemplares de la especie que han muerto envenenados en los últimos años en la cordillera cantábrica (ver Quercus 260, pág. 62 y 63).
Los restos del animal, un macho, fueron encontrados el pasado verano en el término municipal de de Polentinos, dentro del Parque Natural de Fuentes Carrionas. Los análisis toxicológicos encargados por la Junta de Castilla y León dieron positivo de carbofurano, producto muy empleado para envenenar fauna.
Sin embargo, el juzgado de Cervera de Pisuerga que llevaba el caso decidió archivarlo por carecer de evidencias suficientes para inculpar a alguien por delito ecológico. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Palencia ha decidido ahora reabrir el proceso al entender que es necesario seguir con las diligencias, a raíz de un recurso de apelación de la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica.
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