SURAMERICANOS Y EUROPEOS COLABORAN PARA PALIAR LOS EFECTOS DE ESTE FENÓMENO CLIMÁTICO
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Se ha hablado mucho del fenómeno de El Niño desde un punto de vista climático y catastrofista. Sin embargo, la información de cómo repercute en los ecosistemas y en la pesca es más escasa. El proyecto Censor, en el que colaboran suramericanos y europeos, empieza a enfocar mejor esta anomalía cíclica desde un punto de vista ecosistémico, para permitir una mejor gestión de los recursos pesqueros cuando las costas chilenas y peruanas se vean afectadas.
Texto: Sergio Rossi e Ida Fiorillo. Fotos: Sergio Rossi.
La costa suramericana del Pacífico es una de las áreas más productivas del planeta. Baste decir que de los aproximadamente setenta millones de toneladas de pescado que se extraen al año en todo el mundo, unos nueve o diez millones son de anchoveta (Engraulis ringens), producida en estos mares (principalmente frente a las costas del Perú). Dicho esto, es fácil entender por qué una perturbación cíclica como El Niño, que afecta a esta y otras muchas especies, es un fenómeno tan importante aquí y en todo el planeta.
El cambio de temperatura y, sobre todo, el declive en la concentración de nutrientes en las zonas de afloramiento produce un efecto cascada que transforma de forma radical los ecosistemas. No es sólo el hecho de que desaparezcan muchas especies o bajen a niveles de producción mínimos. Además, en cierto modo, los mares se tropicalizan, introduciéndose durante el fenómeno de El Niño muchas especies desde el norte, o sea, desde Centroamérica y Colombia en su lado del Pacífico.
Uno de los indicadores de El Niño es la subida del nivel de la superficie marina como consecuencia del aumento de la temperatura del agua. Esta imagen realizada a partir de las imágenes captadas por el satélite Jason, de la NASA, durante varios días consecutivos en septiembre de 2006 refleja este proceso. El tramo rojizo situado en el centro del océano Pacífico, en posición ecuatorial, indica esa mayor elevación de la superficie marina que permite seguir el rastro al desplazamiento oceánico de la masa de agua caliente producida por El Niño (imagen: Akiko Hayashi - Jet Propulsion Laboratory / NASA).
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