¿Una estrategia en beneficio de la gaviota de Audouin?
Miércoles 22 de octubre de 2014
Por Isabel Afán, Manuela G. Forero, Tomás Gómez, Jorge F. Orueta y Yolanda Aranda
La gaviota patiamarilla es una especie abundante y generalista que comparte colonia de cría con la más escasa y especializada gaviota de Audouin en las islas Chafarinas. Para evitar que la primera desplace por competencia a la segunda, se ha decidido controlar su población mediante el parafinado de huevos.
La presencia conocida de gaviota de Audouin (Larus audouinii) en las islas Chafarinas se remonta a hace más de cuarenta años, cuando la especie fue citada por las primeras expediciones científicas que visitaron este pequeño archipiélago de soberanía española situado frente a la costa oriental marroquí. Las gaviotas de Audouin acuden a él cada año, entre los meses de febrero y agosto, para reproducirse. Una vez finalizada la temporada de cría, viajan hasta las costas de Mauritania, Senegal y Gambia, donde pasan el invierno junto a numerosos congéneres de otras colonias. Aunque a finales de los años sesenta fue catalogada como una de las aves en mayor peligro de extinción del planeta, su población ha registrado un aumento inesperado durante las últimas décadas. Así, ha pasado desde las 1.000 parejas que formaban su población mundial estimada en 1966 a las 21.000 actuales. Numerosos estudios han demostrado que este crecimiento se debe principalmente a la fundación de la colonia del delta del Ebro (Tarragona) en 1981 y su posterior crecimiento, sin duda espectacular. Como consecuencia, muchos individuos han emigrado desde el Delta hasta otras zonas de reproducción, como las islas Columbretes (Castellón) (1) o isla Grosa (Murcia).
Es precisamente en estos pequeños islotes de la cuenca mediterránea y en algunas zonas protegidas de marismas costeras donde la especie tiene sus actuales lugares de reproducción, probables reductos de la que fuera en tiempos su área de distribución original. Entre estos ecosistemas de alto valor ecológico se encuentran las islas Chafarinas, que albergan una población reproductora cifrada en unas 2.000 parejas. Gracias a su condición de zona militar y a que fue declarado Refugio Nacional de Caza en 1982, el archipiélago está protegido de actividades como el turismo o las visitas incontroladas, lo que probablemente ha propiciado el establecimiento y mantenimiento de la colonia de gaviota de Audouin.
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