Prefieren la zona de influencia mediterránea
Texto: Elvira Sahuquillo y Carlos Cortizo. Fotos: Carlos Cortizo.
Miércoles 22 de octubre de 2014
En Galicia se ha confirmado la presencia de 39 especies de orquídeas que se distribuyen de forma desigual, con mayor abundancia y diversidad en pastizales y matorrales situados en suelos calcáreos y en zonas de influencia mediterránea. Entre las especies más interesantes cabe señalar a Dactylorhiza cantabrica, un endemismo recientemente descrito. En cuanto a los mecanismos de polinización, si se excluyen las especies que se autofecundan, el 53’8% recompensan a sus polinizadores con néctar, pseudopolen u ofreciéndoles refugio, mientras que el 43’6% los atraen mediante mimetismo o engaño sexual.
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Aunque cuando se habla de orquídeas suele pensarse en flores tropicales, la familia de las orquidáceas se encuentra distribuida por casi todo el globo, excepto por zonas de clima extremo como las regiones polares y los desiertos más áridos. Bien es cierto que, por lo general, las orquídeas alcanzan su mayor diversidad en los trópicos, donde adoptan formas de vida epífita (sobre otras plantas) en hábitats con una elevada humedad ambiental, mientras que su número es claramente menor en la franja templada del Hemisferio Norte (1).
Las orquídeas gallegas, al igual que casi todas las europeas o peninsulares, son terrestres, es decir, el sustrato sobre el que crecen y a partir del cual se nutren es el suelo. Las condiciones edáficas y climáticas gallegas no parecen especialmente adecuadas para el desarrollo de las orquídeas, que en Europa prefieren climas mediterráneos y sustratos alcalinos. En efecto, el clima predominantemente oceánico, suave en la costa y más continental en el interior, unido a la existencia de sustratos de tendencia ácida en la mayor parte del territorio, no parecen los rasgos más apropiados para las orquídeas. Pero la existencia de zonas de influencia mediterránea con afloramientos de rocas básicas, aumenta la diversidad de hábitats idóneos para estas plantas (Figura 1).
Hasta la fecha se ha confirmado la presencia de 39 especies de orquídeas en territorio gallego, entre las que se incluyen algunas muy polimórficas como Dactylorhiza maculata, Orchis mascula u Ophrys sphegodes, que constituyen más bien grupos de especies actualmente sometidos a revisión. También resulta interesante resaltar la reciente descripción de Dactylorhiza cantabrica (2), restringida a la sierra de Caurel y que corresponde a las poblaciones gallegas atribuidas hasta ahora a la especie D. sambucina. Se trata de la primera orquídea endémica de Galicia y su descubrimiento supone un aviso sobre la necesidad de profundizar en el estudio de la flora galaica.
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