Hace cinco años se activó en la Comunidad Valenciana un plan para erradicar al galápago de Florida, exótico e invasor, y beneficiar así al galápago europeo, autóctono y amenazado. Desde entonces se han capturado casi 3.000 ejemplares de la primera especie en humedales donde coinciden ambas. Gran cantidad de hembras grávidas y nidos con huevos han sido ya retirados.
por José Vicente Bataller, Vicent Sancho, José María Gil e Ignacio Lacomba
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La Comunidad Valenciana cuenta con dos especies de galápagos autóctonos: el leproso (Mauremys leprosa) y el europeo (Emys orbicularis). En los últimos quince años se ha comprobado la naturalización de una subespecie exótica, el galápago de Florida (Trachemys scripta elegans).
El galápago leproso es frecuente en ríos y embalses de nuestra comunidad autónoma. Alcanza las zonas húmedas costeras, en algunas de las cuales se ha observado un incremento significativo en los últimos años, especialmente en el marjal de Peñíscola (Castellón), donde es la tortuga dulceacuícola más abundante.
El galápago europeo tiene una distribución prácticamente restringida a humedales litorales. Entre 2003 y 2005 se muestrearon todas las localidades de la Comunidad Valenciana donde se conocía o presumía la existencia de esta especie (1). El resultado fue que estaba presente en trece parajes. Once de ellos eran marjales costeros: en la provincia de Castellón, Marjal de Peñíscola, Prat de Cabanes, Marjal de Castellón, Marjal de Moncofa, Marjal de Nules, Marjal de Burriana y Marjal y Estanys de Almenara; en la provincia de Valencia, Marjal dels Moros, desembocadura del río Xeraco y Marjal de La Safor; por último, entre las provincias de Valencia y Alicante, el Marjal de Pego-Oliva.
No obstante, existen dos pequeñas poblaciones de galápago europeo en sendos ríos de ubicación más interior, aunque a pocos kilómetros de la costa, ambas en la provincia de Castellón. Se trata de las existentes en el río Borriol, en La Pobla Tornesa, y el río Chorros, en Vilanova d´Alcolea.
El galápago de Florida (Trachemys scripta elegans) se reparte por prácticamente cualquier masa de agua de la Comunidad Valenciana, siendo más abundante en los marjales litorales. En la provincia de Alicante resulta más escaso debido a su menor red fluvial y la mayor salinidad de buena parte de los humedales costeros.
Si bien las tres especies están incluidas en el Catalogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazada, aprobado en febrero de 2004, el estatus legal es distinto para cada una. Este catálogo establece tres categorías en las que, a efectos de gestión, puede incluirse una especie. En primer lugar, están las “Catalogadas”, aquellas en las que uno o varios factores adversos amenazan su supervivencia, pudiendo considerarse “En peligro” o “Vulnerables”. En segundo lugar, las “Protegidas”, sin tener una amenaza concreta, requieren medidas generales de conservación. En las “Tuteladas”, sus poblaciones, de no someterse a control, son una amenaza para otras especies y bienes (ganadería o agricultura) o suponen un problema de salud pública. También se incluyen en esta categoría las especies exóticas con poblaciones reproductoras en libertad que requieren medidas de control.
Pues bien, el galápago europeo está considerado como “Vulnerable”, dentro de las especies “Catalogadas”, mientras que el leproso aparece como “Protegido”. El galápago de Florida también se incluye en el catalogo valenciano, en este caso como especie “Tutelada”.