Miércoles 22 de octubre de 2014
El radio-seguimiento de veinte rapaces nocturnas en la Comunidad de Madrid, tras ser rehabilitadas, ha permitido investigar hasta qué punto estas aves sobrevivían y se adaptaban al medio natural. Este estudio aporta valiosas lecciones para los centros de recuperación de fauna.
Texto: Raúl Alonso, Iván García y Patricia Orejas
Fotos: Brinzal
Miles de aves rapaces ingresan cada año en los sesenta centros de recuperación de fauna silvestre que existen en España. Las que logran ser rehabilitadas en mejores condiciones suelen ser devueltas al medio natural. Pero a menudo estas liberaciones se acometen sin referencias respecto a las posibilidades de adaptación de los animales soltados.
La función de estos centros no debe acabar con decir adiós a un animal aparentemente recuperado. Tenemos que estar seguros de que, al hacerlo, ofrecemos las máximas garantías de supervivencia a las aves que decidimos soltar. Para ello es necesario valerse de las técnicas de rehabilitación y liberación más apropiadas. Una buena base podrían ser los estudios que analizan la adaptación de estos ejemplares liberados.
En nuestro país, a excepción de un trabajo pionero con rapaces llevado a cabo por Benigno Asensio y Andrés Barbosa, basado en la recuperación de anillas (Ecología, 4: 223-228), no existe estudio alguno que evalúe la eficacia de las liberaciones. El trabajo de Asensio y Barbosa sugiere una mala adaptación de las aves tras su rehabilitación. Afortunadamente, sus resultados han quedado ya obsoletos, dado que las técnicas utilizadas en los centros de recuperación han mejorado mucho.
Es cierto que el anillamiento rutinario de los ejemplares que liberamos desde los centros aporta cierta información sobre la adaptación de las aves, si bien escasa y anecdótica, ya que generalmente sólo se dispone de los datos procedentes de los animales que mueren o se accidentan y son encontrados posteriormente. En estas circustancias, el estudio que desde Brinzal hemos llevado a cabo, basado en el radio-seguimiento de ejemplares liberados, tras ser rehabilitados en nuestro centro de recuperación especializado en rapaces nocturnas, ubicado en la Casa de Campo de Madrid, pretende mitigar esa carencia de información.