Flora vascular española / nueva Lista Roja
Fue publicada en septiembre del año pasado
Por Jose Antonio Algarra, Pilar Blasco, Rodrigo Carballal, Felipe Domínguez, Manuel V. Marrero y Juan Carlos Moreno
Miércoles 22 de octubre de 2014
Los catálogos de especies amenazadas están condenados a sufrir una revisión continua para adaptarse a los progresos de la ciencia y, por desgracia, también a los riesgos que se ciernen sobre las plantas y los animales. Hace unos meses ha podido actualizarse la Lista Roja de la flora vascular española, con notables diferencias respecto a su predecesora del año 2000.
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ATLAS Y LIBRO ROJO DE LA FLORA VASCULAR AMENAZADA DE ESPAÑA.
En el año 2000 salió publicada la última Lista Roja sobre las plantas vasculares españolas, que evaluaba sus amenazas en todo el país según las categorías de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) reformadas en 1994, más cuantitativas y objetivas. Aquel documento dio a conocer la situación de riesgo de 1.414 especies y subespecies, entre las cuales destacaban 21 extinciones, ya fueran locales o absolutas, y 164 plantas que se encontraban en estado crítico (1). La importancia de dicha publicación radicó no sólo en poner al día el diagnóstico sobre uno de los territorios más biodiversos del llamado “punto caliente” (hotspot) mediterráneo, sino también porque fue la primera vez que un conjunto amplísimo de botánicos se implicó en tareas de conservación vegetal. En efecto, tras varios meses de trabajo y puesta en común, 49 autores y 57 colaboradores de 39 instituciones (universidades, centros de investigación, espacios naturales protegidos, administraciones públicas) reflejaron sus conocimientos adquiridos durante los últimos años. Éstos procedían, por ejemplo, de proyectos financiados con fondos europeos del programa Life o de las comunidades autónomas, muchas de las cuales estaban declarando sus propios catálogos regionales de protección, conforme a las competencias recién transferidas.
Cosme Morillo propuso entonces a este mismo colectivo que se encargara del apartado de flora vascular en el Inventario Nacional de Biodiversidad, un plan puesto en marcha poco antes por el entonces Ministerio de Medio Ambiente. De sus resultados ha ido dando cuenta esta revista, al tiempo que recogía la publicación en 2003 del Atlas y Lista Roja de la flora vascular amenazada de España (2) y su adenda de 2006 (3), que revisaron en profundidad los riesgos que se cernían sobre 513 plantas en otras tantas fichas rojas. Dicho proyecto, conocido como Atlas de la Flora Amenazada (AFA) y que arrancó en el año 2000 con la producción y publicación de aquella primera Lista Roja, ha sido prolongado en dos ocasiones sucesivas y ya está en marcha una tercera continuación para proseguir con el estudio de nuevos casos y la edición de próximos documentos. Un resultado colateral de que se coordinara este colectivo de botánicos fue la constitución de la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (SEBCP), que ya ha celebrado tres congresos bienales y ha logrado congregar en ellos a cientos de participantes. Además, la SEBCP ha creado su propia página web:
www.conservacionvegetal.org.
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