Detectado uno excepcional en el sureste de Madrid
Texto y fotos: José Luis Nieves-Aldrey
Miércoles 22 de octubre de 2014
A cualquier naturalista le habrán llamado la atención esas concentraciones de mariposas que se producen sobre el barro húmedo o, incluso, sobre excrementos recientes de mamíferos. Es evidente que obtienen algo valioso, pero en ocasiones el número de ejemplares congregado y la diversidad de especies hace de estos bebederos un auténtico acontecimiento.
Como muchos otros entomólogos, me inicié en el fascinante mundo de los insectos durante la infancia o en la temprana adolescencia a través de la observación, la colecta y el estudio de las mariposas. Hoy en día, aunque mis ocupaciones profesionales se centran en otros insectos menos populares y llamativos, sigo conservando la fascinación inicial por las mariposas, verdadero objeto de deleite estético, y no dejo de tomar notas o recrearme en su contemplación en mis salidas al campo a lo largo de muchos años de observación y estudio de la naturaleza. En charlas con otros colegas y amigos estudiosos de los insectos, a veces rememoramos días no tan lejanos en los que era habitual, durante las salidas al campo, observar a nuestro alrededor un bullir incesante de miríadas de escarabajos, mariposas, avispas y otros insectos, para concluir lo difícil que es ver hoy día, incluso en enclaves naturales bien conservados, despliegues similares de fecundidad de la naturaleza. La percepción del declive de la diversidad y abundancia de insectos es por desgracia general, no sólo entre los profesionales y aficionados a la entomología, sino también entre naturalistas, observadores y amantes de la naturaleza.
En el caso de las mariposas esta percepción es aún más clara al tratarse de insectos que no suelen pasar desapercibidos, pueden identificarse en el campo y cuyas variaciones en cuanto a abundancia o rareza relativa son, por lo tanto, más perceptibles. La degradación y fragmentación de los hábitats, la polución atmosférica e industrial, el uso de pesticidas y hasta la contaminación por radiofrecuencias como fenómeno más reciente, se han mencionado como posibles causas de esta disminución de las poblaciones de insectos en general y de las mariposas en particular. Sin embargo, en circunstancias excepcionales, todavía es posible contemplar concentraciones inusuales de estos lepidópteros, concretamente en los bebederos de mariposas.
Noticias relacionadas