Miércoles 22 de octubre de 2014
El pasado 21 de enero se publicó en el en Boletín Oficial de Castilla y León el decreto que aprueba el Plan de Recuperación del urogallo en esta comunidad autónoma. El objetivo es alcanzar una población de medio millar de aves adultas, semejante a la que había en la región en los años ochenta, así como un área de distribución de mil kilómetros cuadrados.
En la actualidad se estima una población castellano-leonesa inferior a los doscientos urogallos, la mayoría en la provincia de León, repartidos por Picos de Europa y Montaña de Riaño, Omaña y Laciana y Alto Sil. El área de distribución apenas supera los setecientos kilómetros cuadrados.
El plan prevé una serie de “Áreas críticas” para el urogallo, donde estará prohibido, salvo circustancias excepcionales, construir carreteras y pistas, tendidos, minas a cielo abierto, minicentrales hidroeléctricas y parques eólicos. Tampoco se permitirán actividades recreativas y turísticas fuera de caminos y sendas autorizadas para ello, ni ciertas prácticas cinegéticas.
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