Tendidos eléctricos / ACLARACIONES SOBRE LA APLICACIÓN DEL REAL DECRETO QUE ABORDA EL PROBLEMA
Miércoles 22 de octubre de 2014
Tras la aprobación del esperado real decreto que prevé financiar la modificación de las líneas eléctricas más peligrosos para las aves, el contenido de esta importante normativa parece no haber trascendido lo suficiente y existen dudas sobre cómo aplicarla. El siguiente artículo pretende responder a las preguntas más frecuentes al respecto, tras hacer un balance del problema y de los esfuerzos hechos para mitigarlo.
por Luis Mariano González
Libros Recomendados :
INCIDENCIA TENDIDOS ELÉCTRICOS SOBRE AVES SENS
LA GUARDERÍA FORESTAL EN ESPAÑA
¡ Visita nuestra Tienda !
La mortalidad por accidentes en líneas eléctricas, por electrocución o colisión, figura entre las principales amenazas para 24 especies del Libro Rojo de las Aves de España. El peligro de que se electrocuten es especialmente grave para el águila imperial ibérica, el águila perdicera, el águila pescadora, el águila real, el milano real, el halcón tagarote y las subespecies canarias del alimoche, ratonero y cernícalo común. En cambio, la avutarda, la hubara, el alcaraván canario, el quebrantahuesos y los urogallos cantábrico y pirenaico son más vulnerables a las colisiones.
En nuestro país albergamos las poblaciones principales de dos de las especies más afectadas, el águila imperial ibérica y el águila perdicera, por lo que tenemos una importante responsabilidad en el mantenimiento de su estado de conservación futuro.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), con información aportada por las comunidades autónomas, diversas ONG, instituciones y expertos (1), estimó en su día que el número de aves que anualmente moría en España por esta causa era de unas 4.500-5.000, pertenecientes a unas cuarenta especies (Cuadro 1). En las provincias con más información recogida, las tasas de mortalidad fueron de 2’5 ejemplares por kilómetro de línea eléctrica y 10 ejemplares cada 100 apoyos. En ciertas áreas con especial incidencia de estos accidentes, se llegó a estimar que podían morir más de 25.000 aves al año.
El coste aproximado que supondría corregir a nivel estatal las líneas eléctricas peligrosas para las especies de aves amenazadas ha sido estimado en 45 millones de euros (1). Por ejemplo, sustituir un kilómetro de línea eléctrica dotado de aisladores rígidos puede suponer de 10.000 a 12.000 euros.
Noticias relacionadas