Miércoles 22 de octubre de 2014
El pasado 11 de octubre, al cierre de esta edición de Quercus, nos llega la noticia de la sentencia de un juzgado de Ciudad Real que condena a tres personas como autores de un delito contra la fauna en la finca “El Chiriví”, en Torrenueva (Ciudad Real). En 2005, dos guardas de este coto, siguiendo instrucciones del arrendatario, colocaron 130 cebos envenenados, además de casi cuatrocientos lazos. Las penas para cada uno de ellos son de un año de prisión e inhabilitación para la caza por dos años.
WWF, que actuaba como acusación particular en este caso, da la bienvenida a una sentencia, “en un momento en el que en Castilla La Mancha hay un importante repunte en este tipo de prácticas ilegales”. Desde 2008, esta ONG ha conocido más de sesenta episodios de envenenamiento en la región, donde en la última década han muerto por esta causa más de treinta águilas imperiales y más de un centenar de buitres negros. Más información sobre venenos, en pág. 58.
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