Miércoles 22 de octubre de 2014
Se habla mucho de sintonizar las economías rurales con la conservación de la biodiversidad. Pues bien, en tres ZEPA de la provincia de Badajoz, los propietarios de fincas serán invitados a participar en la devolución al medio natural y el seguimiento de las aves rehabilitadas en el hospital de fauna de la asociación extremeña Amus.
Texto: José Antonio Montero
Fotos: Amus
A las ocho y media de la tarde del pasado 19 de octubre, Iván García entra con un águila culebrera herida en el centro de recuperación de animales silvestres existente en Villafranca de los Barros (Badajoz). Es un ave del año, un precioso ejemplar que el naturalista ha ido a recoger poco antes al cuartel de la Guardia Civil de la localidad de Jerez de los Caballeros, donde la llevó un vecino que la encontró tirada en el campo.
El incidente me permite presenciar en directo lo que es el día a día de un hospital de fauna. Iván y las otras tres personas que en ese momento están trabajando en el centro dejan al instante lo que estaban haciendo y se concentran en el animal. Tiene apenas un kilo de peso, me dicen que está muy débil. En el quirófano, recibe suero por vía intravenosa para que no se deshidrate, se le inyecta un antibiótico y un analgésico y se le pone un vendaje en el ala derecha, que parece estar rota. Al poco tiempo, el animal reposa en el tibio interior de una incubadora.
Al día siguiente, las radiografías muestran varios perdigones alojados en el cuerpo y confirman una fractura de radio del ala dañada. Seguramente se la produjo al caer tras ser abatida por el escopetero de turno, que quiso celebrar a costa de esta especie protegida el inicio de la temporada de caza. No sabrá, ni le interesará saber, que la rapaz a la que disparó tuvo que ser operada y está actualmente en rehabilitación en el centro donde la salvaron.
El águila culebrera es un migrador transahariano. Este animal debería encontrarse en pleno paso post-nupcial cuando fue tiroteado. Ahora habrá que esperar a que los de su especie regresen la próxima primavera, desde sus cuarteles de invierno africanos, para devolverle sano y salvo al medio natural. Pero el destino le tiene reservado un protagonismo especial cuando llegue ese momento: nuestra águila se convertirá en una de las aves que, con su reintroducción, marquen el inicio de un novedoso proyecto que pretende que propietarios de finca, en su mayoría agricultores y ganaderos, se conviertan en “padrinos” de los ejemplares devueltos a la naturaleza.
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