Ha sido la primera experiencia con éxito en España
Por Antonio Bea, Nerea Ruiz de Azua, Mercedes Valenzuela, José María Fernández y Joseba Carreras
Miércoles 22 de octubre de 2014
El avión zapador es un ave gregaria que depende para nidificar de taludes arenosos o terrosos donde excava galerías. En las últimas décadas ha visto reducidos sus hábitats naturales debido a la consolidación de cauces fluviales y la regularización de caudales. Aunque muchas poblaciones han podido adaptarse a sustratos alternativos, como las graveras, otros factores negativos inciden en la pérdida de sus nidos y, por lo tanto, en el éxito reproductor. La construcción de colonias artificiales puede proporcionar emplazamientos de cría seguros para esta especie. De hecho, en Álava se ha llevado a cabo con éxito, por primera vez en España, una experiencia de este tipo.
El avión zapador (Riparia riparia) es un pequeño hirundínido migrador, extendido como reproductor por buena parte del Hemisferio Norte y como invernante por latitudes tropicales de África y Suramérica. La selección de sustratos para nidificar es una peculiaridad de esta especie, al menos respecto a otros miembros de su familia (golondrinas y aviones), ya que de forma natural utilizaría taludes arenosos o limo-arcillosos, de grano fino, para excavar túneles y cámaras de cría. En estos emplazamientos tiene lugar la puesta y la crianza de los pollos, que son alimentados con una dieta insectívora a base de artrópodos procedentes del plancton aéreo, entre ellos dípteros, lepidópteros, efemerópteros, odonatos, himenópteros y arácnidos. El hecho de que este tipo de sustratos blandos se generen principalmente por la fuerza erosiva de los ríos, hace que las poblaciones de avión zapador se concentren a menudo en torno a las llanuras aluviales.
De carácter marcadamente colonial, se ha comprobado que el éxito de cría del avión zapador está relacionado con la densidad de ejemplares, de manera que las colonias grandes tienden a ser más eficientes desde el punto de vista reproductivo. Es este un parámetro esencial en la demografía de las poblaciones, ya que sufren una alta mortalidad, sobre todo en épocas de fuerte sequía en las áreas de invernada, cuando se reducen los recursos tróficos (1). El reclutamiento de individuos y el mantenimiento de la población dependen, por tanto, del balance entre reproducción y mortalidad.
Pero esta estrategia de nidificación también acarrea costes, asociados sobre todo a una merma en la condición corporal y la supervivencia de los pollos, ya sea por parasitismo o por depredación. Cuando los nidos son reutilizados un año tras otro, la carga parasitaria se incrementa paulatinamente y puede llegar a comprometer el éxito de la colonia (2). Por ello, los aviones zapadores buscan y prefieren utilizar nuevos taludes de un año para otro, o bien excavar nuevos túneles. Así, en ríos sometidos a dinámicas naturales de crecidas e inundaciones, la renovación periódica de sustratos por erosión fluvial aseguraría la persistencia de las poblaciones.
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