Las rapaces nocturnas y los mosaicos agroforestales

Dos estudios realizados simultáneamente
en las provincias de Alicante y Vizcaya
demuestran cómo responden las rapaces
nocturnas a la pérdida de mosaicos
agroforestales y su paulatina sustitución
por cultivos madereros, urbanizaciones
e infraestructuras. La mayoría de las especies
resultan claramente perjudicadas.

La transformación del hábitat es probablemente el principal problema que afecta a la fauna ibérica. Por ejemplo, la clásica combinación de matorral mediterráneo, bosques y cultivos de secano, antaño tan frecuente en Levante, está siendo sustituida por grandes urbanizaciones, campos de golf, redes de carreteras y parques eólicos. Los cultivos arbóreos de secano, formados por algarrobos, almendros y olivos, no son una excepción y la mayoría han sido ya abandonados.

Del mismo modo, los bosques de frondosas originales de la zona cantábrica sufrieron una creciente transformación a causa de la actividad ganadera, que supuso la sustitución de grandes parcelas forestales por una mezcla heterogénea de villas, prados, jardines con frutales, huertos, sotos y bosques, conocida popularmente como campiña atlántica. Sin embargo, la política de aprovechamiento forestal ha causado cambios aún más profundos durante el último siglo. Las manchas de bosque original se han visto casi sustituidas por cultivos de especies exóticas, principalmente pinos y eucaliptos, con fines madereros. Los sotos, uno de los hábitats más amenazados de la Península, se encuentran en la actualidad fuertemente degradados. De hecho, la actual política forestal prevé extender aún más las zonas de aprovechamiento maderero sin emprender estudios previos sobre sus efectos en la biodiversidad. Además, en ambas regiones han crecido muchísimo las urbanizaciones sobre suelos rurales en los últimos años, con el beneplácito de sus correspondientes estudios de impacto ambiental, de manera que el paisaje tradicional agrícola-ganadero se ha visto paulatinamente sustituido por un mosaico de chalés y otras construcciones que ahogan cualquier superficie natural que resista entre ellos.

En estas circunstancias, en 1989 iniciamos un estudio paralelo en Alicante y en Vizcaya para tratar de mostrar cómo afectan los cambios sufridos por el complejo agroforestal en la presencia de rapaces nocturnas durante largos periodos de tiempo.