Miércoles 22 de octubre de 2014
A raíz de la reciente publicación de los resultados de un informe “confidencial” sobre la contaminación del pescado de consumo, Ecologistas en Acción exige que el etiquetado de estos productos informe a los consumidores sobre los niveles de mercurio que contengan y los riesgos asociados, especialmente en grandes pescados predadores como el atún, el tiburón y el pez espada.
En 2010, la Comisión Europea propuso regular la información que debían contener las etiquetas de ciertos alimentos. En aquella ocasión, Ecologistas en Acción recomendó que, inmediatamente después de la lista de ingredientes, la etiqueta incluyera la frase: “Contiene metilmercurio. No recomendado para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, mujeres en edad fértil y niños”.
El mercurio es un potente tóxico que provoca daños al sistema nervioso incluso en dosis muy pequeñas. Una vez depositado en un ambiente acuático, el mercurio se transforma en su forma más tóxica, el metilmercurio, y se acumula en los peces, los animales y los humanos que los consumen. La población más vulnerable a sus efectos son los niños y las mujeres en edad fértil, embarazadas o en periodo de lactancia, que pueden transmitírselo a sus hijos y afectar al desarrollo del cerebro. En cualquier caso, todos somos sensibles a la toxicidad del mercurio y debemos reducir al mínimo nuestro consumo de pescado contaminado, que puede afectar a los riñones, al hígado y a los sistemas cardiovascular, inmune y reproductor.
El mercurio nunca desaparece del medio ambiente, asegurando que la contaminación de hoy seguirá siendo un problema en el futuro. Los peces que más contaminantes acumulan son los que viven más tiempo y se alimentan de otros peces.
En España, una de las principales fuentes de contaminación por mercurio es la industria del cloro, que sigue utilizando, con el beneplácito de las administraciones, una tecnología del siglo XIX, obsoleta y peligrosa; y las centrales térmicas de carbón, que contaminan el aire, envenenan fuentes y manantiales y cuyas emisiones el gobierno no regula.
Ecologistas en Acción lleva varios años analizando muestras de aire y suelo en los alrededores de las fábricas de cloro y denunciando la impunidad con la que estas empresas siguen contaminando.
Mas información: www.ecologistasenaccion.org
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