El control de depredadores frena a la especie en Castilla-La Mancha
Miércoles 22 de octubre de 2014
Una caja trampa para zorros ha causado la muerte en el sur de Ciudad Real de un lince ibérico criado en cautividad, que había sido reintroducido en el medio natural hace menos de un año. El hecho confirma que el control de depredadores está obstaculizando la incipiente recuperación del felino en Castilla-La Mancha.
por Miguel Ángel Hernández
En una caja trampa colocada en una finca de Castellar de Santiago, en el sur de la provincia de Ciudad Real, encontró la muerte Grazalema el pasado 17 de agosto. Esta hembra de lince ibérico había sido liberada a principios del pasado diciembre en el valle del Guarrizas (Jaén), en Sierra Morena, y portaba un emisor para su seguimiento científico.
El animal había nacido a principios de 2010 en el centro de cría de linces de La Olivilla (Santa Elena, Jaén). Su temprana muerte se ha debido al control de depredadores tan extendido en cotos de caza de Castilla-La Mancha, especialmente en las provincias de Ciudad Real y Albacete, fomentado por la política permisiva de la actual Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha.
A la finca en la que ha aparecido el lince muerto se le habrían concedido en años precedentes autorizaciones para cajas trampa, estando la solicitud para este año en trámite. Al parecer, la delegación en Ciudad Real de la citada consejería ya habría supervisado la ubicación de las cajas-trampa y el permiso seguramente habría llegado de no ocurrir la muerte de Grazalema.
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