Desaparecen endemismos en algunas de las cumbres muestreadas
Miércoles 22 de octubre de 2014
Desde hace más de diez años, la Universidad de Granada se sirve de Sierra Nevada como laboratorio natural que le permita observar los efectos del cambio climático en la flora de montaña. Gracias a ello ya sabemos que, en algunas cumbres muestreadas, gran parte de las especies endémicas no ha vuelto a ser detectada.
Texto y fotos: María Rosa Fernández Calzado y Joaquín Molero
Los ambientes de alta montaña constituyen espacios con elevada biodiversidad, donde especies y comunidades vegetales sobreviven en condiciones climáticas extremas: bajas temperaturas invernales, vientos fuertes o escasez de agua disponible.
Pero el frágil equilibrio que mantienen con el medio está siendo modificado en las últimas décadas debido a los fenómenos asociados al calentamiento global.
Las alteraciones en los procesos naturales de estos hábitats tan vulnerables pueden tener consecuencias ecológicas muy graves: desestabilizar el equilibrio natural de las poblaciones, dar lugar a migraciones de las especies hacia las zonas más elevadas o incluso que algunas de ellas se extingan.
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