Miércoles 22 de octubre de 2014
Hasta ahora, erradicar la quitridiomicosis, que ha acabado con unas doscientas especies de anfibios, ha sido imposible. Nuevas estrategias se abren paso contra esta devastadora enfermedad fúngica.
“Existen alternativas más eficaces que intentar luchar contra la llegada de la quitridiomicosis o erradicarla del medio ambiente”, asegura Jaime Bosch, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).
El hongo Batrachochytrium dendrobatidis ha acabado con doscientas especies de ranas, sapos y otros anfibios. Hasta hace poco, la única forma para combatirlo parecía ser evitar su dispersión y fundar colonias cautivas de las especies más amenazadas. “Pero es prácticamente imparable en nuestro mundo globalizado”, apunta este investigador.
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