El estudio anual de la ONG WWF y Ecofys, que clasifica las políticas europeas en el ámbito de la energía y las medidas de lucha contra el cambio climático, en una escala de la A a la G, califica a España con una E. Nuestro país obtiene la misma puntuación que el año pasado, debido a recortes presupuestarios estatales, el descenso en los objetivos de fomento de las energías renovables y las subvenciones al carbón pesado y las centrales nucleares. La organización advierte que la política climática y energética de Europa no llevará a la UE por el camino de la descarbonización en 2050, lo que significaría perder una oportunidad para la transición a una economía verde, y para reconducir un modelo que ha sido un factor determinante de la crisis en la que estamos inmersos.
El Ranking de Políticas Climáticas de la UE de 2011 (
www.climatepolicytracker.eu), una nueva versión actualizada y revisada del estudio de 2010, revela que, a pesar de las mejoras de nueve estados miembros, algunos han logrado una puntuación peor que el de la evaluación del año pasado. Por otra parte, el promedio general sigue siendo bajo. Un examen del nivel de las políticas de la UE, en una escala de A a G (donde G es la puntuación más baja) señala que la nota media es una muy decepcionante ‘E’. Calificación en la que se encuentra España.
Entre los factores positivos se encuentran diferentes programas que España puso en marcha durante 2011 para lograr un incremento de la eficiencia energética y al ahorro de energía en el sector del transporte y la construcción, aunque algunas de las medidas que se han introducido son solo temporales. Por otra parte, España ha aumentado su cuota de biocombustibles. Estos pequeños avances se ven contrarrestados por los efectos negativos de otras acciones gubernamentales, debidas en parte a los recortes presupuestarios. Por ejemplo, las primas para fomentar la producción de electricidad procedente de fuentes eólica y solar se redujeron considerablemente, tanto para las nuevas instalaciones como para las ya existentes. Además el borrador de la Estrategia Climática de España tan solo llega a 2020, con la intención de reducir sus objetivos de renovables para esa fecha, si lo comparamos con el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables. España prolongó las subvenciones al carbón y el tiempo de vida útil de la energía nuclear.
El Ranking de Políticas Climáticas es una herramienta poderosa. “Permite a los gobiernos y a las partes interesadas identificar fácilmente las áreas políticas donde se pueden tomar medidas para reducir efectivamente las emisiones de gases de efecto invernadero", según Niklas Höhne, Director de Energía y Política Climática de Ecofys.
La mayoría de las nuevas políticas puestas en marcha por los Estados miembros durante el último año se han introducido como consecuencia de las leyes aprobadas a escala europea. Sin embargo, la falta de aplicación efectiva de las leyes de algunos Estados miembros, ha llevado a una situación en la que los efectos positivos no se han dejado sentir. Los últimos planes de la UE para reducir las emisiones para el año 2050 han sido muchas palabras y poca acción.
Además, el estudio advierte que debido a la crisis económica, la economía verde se ha hecho un hueco ya en los planes de muchos gobiernos, pero la verdadera transformación no es visible todavía. Los recortes presupuestarios han afectado a algunas políticas de energías limpias, aunque ha habido algunas decisiones políticas notables encaminadas a abandonar la energía nuclear en Alemania e Italia, así como medidas positivas a largo plazo para independizarse de los combustibles fósiles, como es el caso de Dinamarca.
Anderson concluye: "Hemos oído hablar mucho de diferentes hojas de ruta de la UE respecto a los objetivos de 2050, pero ha de ponerse en marcha rápidamente una legislación significativa diseñada para satisfacer estas metas y evitar que estos planes de trabajo sirvan tan sólo para acumular polvo”.
El Ránking de Políticas Climáticas de la UE 2011 es una compilación de diversas fuentes de información pública. El informe mide todos los sectores que influyen en las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea, tales como la política del clima general, el suministro de electricidad, la industria, la construcción, el transporte, la agricultura y la silvicultura. Se trata de un documento de trabajo y se actualiza periódicamente.
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